Fuera mercenarios de Colombia.

sábado, 12 de marzo de 2011

"DE HECHO, EL CONCEPTO DE AUTODEFENSA EN ARMAS LO COPIÉ DE LOS ISRAELITAS"

Autor : Jeremy Bigwood /
Medio : Redacción Popular
Fuente : Carlos Castaño, Mi Confesión, 2002
Enlace :
http://www.redaccionpopular.com

http://www.redaccionpopular.com/articulo/israel-y-los-paramilitares-colombianos

Título : "DE HECHO, EL CONCEPTO DE AUTODEFENSA EN ARMAS LO COPIÉ DE LOS ISRAELITAS"Fecha de publicación : 18 de abril de 2002
Materia : Colombia, Derechos Humanos
Colección / Serie :
Zona geográfica : Colombia, Israel, Italia (Sicilia),
Fecha de los hechos : 1983, 2002,
Entidades y personas mencionadas: Angel Rabasa y Peter Chalk
Corporación Rand

"DE HECHO, EL CONCEPTO DE AUTODEFENSA EN ARMAS LO COPIÉ DE LOS ISRAELITAS"

Carlos Castaño, Mi Confesión, 2002

De acuerdo con su recientemente publicada autobiografía, Carlos Castaño tenía apenas 18 años cuando llegó a Israel en 1983 para tomar un curso de un año de duración llamado "562". Castaño, un colombiano, llegaba a Tierra Santa como un peregrino más, pero no para hallar la paz. El curso 562 era sobre guerra, y como llevarla a cabo, y fue algo en lo que Carlos Castaño eventualmente sería excelso, volviéndose el más rudo y ferviente líder paramilitar en la historia de América Latina.

Castaño fue impulsado en esta senda unos años antes, luego del asesinato de su padre, un ganadero que estaba detenido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por el adeudo de un "impuesto de guerra". 
Como está puesto en un documento de la DEA de 1994: "Los grupos guerrilleros colombianos apoyaron sus actividades a través de la extorsión y el secuestro, con rancheros y otras personas ricas como principales víctimas":

Amargado por la muerte de su padre, resultado de un fallido intento de rescate de parte del ejército colombiano, Carlos y su hermano mayor, Fidel, juraron venganza, una venganza que apoyaría tanto los intereses de las clases terratenientes colombianas como, a largo plazo, la política exterior de Estados 
Unidos. Es una venganza que continúa imbatible hasta el día de hoy.

Los hermanos Castaño ofrecieron primero sus servicios como guías del Batallón Bombona del Ejército de Colombia, señalando a simpatizantes de las FARC, en labores de inteligencia e inclusive participando en operaciones militares. Pero Fidel -14 años mayor que Carlos- concluyó que simplemente trabajando para el ejército no iban a ninguna parte. 

Uno de los mayores del batallón los presentó con un paramilitar escuadrón de la muerte local llamado "Caruso", con los que comenzaron a matar en serio. Cuando la policía local comenzó a investigarlos, hallaron necesario operar aún más clandestinamente. A diferencia de muchos otros países del Tercer Mundo a la sombra de Estados Unidos, la policía y el sistema judicial de Colombia han tenido a veces un papel independiente del ejército.
Más adelante, de acuerdo con reportajes de prensa, Fidel comenzó su propio escuadrón de la muerte paramilitar llamado "Los Tangueros", a partir del nombre de su rancho, "Las Tangas". Los Tangueros fueron responsables de más de 150 asesinatos durante los últimos años ochenta y los primeros noventa. En su libro, Castaño habla abiertamente de los asesinatos que cometió u ordenó durante este periodo, haciendo de su hábito de matar lo que él llama "guerrillas en los pueblos" una rutina. 

En solamente una masacre, Los Tangueros capturó docenas de campesinos de un pueblo. De vuelta al rancho, "los torturaron toda la noche con armas blancas antes de disparar a algunos y enterrar vivos a otros. Los Tangueros, junto con otros escuadrones de la muerte dispersos por todo el país evolucionaron hacia la fuerza presente de nueve mil hombres armados en Colombia, que ahora mata un promedio de trece civiles por día.
Durante el tiempo que el padre de Castaño estuvo cautivo de las FARC, la Colombia rural estaba poblada con pequeñas y diversas unidades paramilitares trabajando para el ejército y las clases altas terratenientes. Muchos de estos grupos eran simplemente los vigilantes y protectores de la riqueza local, mientras otros trabajaban protegiendo al "nuevo rico" del comercio de cocaína de la "taxación" de los insurgentes de izquierda. Algunos de estos grupos tenían los nombres de mezquinas bandas criminales o el de sus líderes. Se llamaban a sí mismos grupos de "autodefensa", pero merced a su propensión a operar en coordinación con el ejército colombiano, el término "paramilitares" los describe más adecuadamente y será utilizado en esta nota.
En los años ochenta, estos grupos paramilitares estaban desesperados y pobremente entrenados, algunas veces envueltos entre ellos en sangrientas batallas intestinas. Para poder tomar la ofensiva contra los avances regulares de las guerrillas, los paramilitares necesitaban tanto unificación como entrenamiento político militar. Mientras estos paramilitares tuvieran las mismas metas que la política exterior de EU, el gobierno estadounidense no podría apoyarlos directamente por sus tácticas de escuadrones de la muerte. Pero otros podían.

Cómo llegó exactamente Carlos Castaño a Israel es todavía un misterio, como lo es precisamente qué entidad lo entrenó allí. Como sea, el curso israelí "562" definitivamente tuvo un fuerte efecto en Castaño. "Pero sustancialmente algo me marcó, aprendí a comportarme de una manera distinta.... Mi percepción sobre esta guerra cambió radicalmente después de mi viaje a Israel", dijo en su ampliamente vendida autobiografía, que es una serie de entrevistas editadas por el periodista español Mauricio Aranguren Molina.

En Israel, Castaño fue evidentemente un altamente motivado y buen estudiante. De sus estudios ahí, recuerda:
"Distinto a lo que la gente se imagina, se estudió con más ahínco en un aula que en prácticas. Las conferencias enfatizaban en la forma en la que se mueve el mundo regular e irregular... Allí complementé mi educación, pues se insistía en el comportamiento, en la forma de vestir y de hablar en público. Recibí una clase para aprender a entrar y registrarse en un hotel, moviéndose con propiedad. Se analizaba la forma de actuar ante los policías de inmigración en los aeropuertos, leíamos en bibliotecas y se trabajaba durante largas sesiones la autoestima y la seguridad que debe tener el individuo. Un inigualable proceso en el cual me enseñaron a valorarme y a tener confianza en mí, a ganar en momentos difíciles mediante la intimidación".

Y todavía más importante para este aplicado estudiante, "recibimos charlas sobre el negocio del armamento en el mundo, como comprar fusiles".
Y por supuesto, hubo también un componente militar:
"En lo práctico, recibía instrucción en estrategias urbanas, cómo proteger a un personaje, cómo le matan a uno el protegido o cómo debe ejecutarse, si es el caso. Aprendimos a bloquear un carro blindado y utilizar las granadas de fragmentación para romper entrando a un objetivo, practicamos con lanzagranadas múltiple y entrenamos para dar golpes certeros con RPG7, o introducir el proyectil de un obús por una ventana".
Tomó también "Cursos complementarios de conocimiento sobre terrorismo y antiterrorismo, miras nocturnas y paracaidismo, incluso aprendimos a fabricar explosivos manuales. En fin, nos enseñaron de lo que saben los israelitas; pero, para ser sincero, poco se aplica lo aprendido en el tipo de guerra que se ha vivido en Colombia. Me eduqué con buenas bases y lo más importante, allí aprendí a dominar y controlar el miedo...".
Castaño recibe asimismo entrenamiento que podría no haber tenido lugar sin el permiso expreso de las más altas autoridades de las Fuerzas de Defensa de Israel, tales como cuando "realizábamos maniobras aéreas y nos lanzábamos en paracaídas durante la noche a unas islas del Mediterráneo, debía colocarme un lastre, para equilibrar las velocidades de caída". En cualquier caso, fuentes del diario israelí Ha'aretz dudaron de la veracidad de esta historia cuando este periodista les preguntó sobre ella.
De acuerdo a su libro, no todo era estudio para Castaño en Israel, y usaba su tiempo libre para encontrarse con soldados colombianos bajo entrenamiento militar regular en ese país -soldados de entre los peores violadores de derechos humanos en el hemisferio occidental eran entrenados por algunos de los peores violadores de derechos humanos en el Medio Oriente. Pero éstas eran precisamente las conexiones que probarían ser útiles en el futuro:

"También tuve la oportunidad de conocer militares de nuestro país, los hombres del batallón Colombia, en el desierto del Sinaí. No conocí, el batallón, pero en mis días de descanso nos encontrábamos en sitios que usualmente frecuentaban; compartía con amigos oficiales y sargentos".


Castaño resume su epifanía en Israel en los siguientes términos:

"Al regresar al país, yo era otra persona... Infinidad de temas aprendí en Israel y a este país le debo parte de mi cultura, mis logros humanos y militares, aunque repito que no sólo aprendí en Israel lo relacionado con el entrenamiento militar. De allí vine convencido de que es posible derrotar a la guerrilla en Colombia. Yo comencé a ver cómo un pueblo logra defenderse del mundo entero. Entendí cómo involucrar a la causa a alguien que tuviera algo que perder en una guerra, con el fin de convertirlo en enemigo de mis enemigos".


Para 1985, un poco después de que Castaño regresó a Colombia, algunos de los grupos paramilitares que surgían se habían vuelto completamente dependientes de las monedas del narcotráfico. De hecho, algunas unidades paramilitares habían apenas evolucionado a meros cordones de protección para el narco. En justicia, es verdad que algunos de los grupos paramilitares no estaban involucrados en la protección ilícita del narco o en otros aspectos de su negocio: algunos eran ex guardias de ricos terratenientes, ganaderos y gente por el estilo. 

Un documento "secreto" de la policía de inteligencia de Colombia (la DAS) incluye una sección sobre "Contaminación de las autodefensas por el narcotráfico", e incluso da fecha y lugar para este evento, aunque no hay evidencia (ver abajo) de que esto ocurriera antes. 
"La crisis económica afrontada por la autodefensa en 1985 pudo ser resuelta mediante la alianza con el narcotráfico... Esta alianza surge a mediados de 1985 cuando la autodefensa intercepta un campero cargado de cocaína... Luego de de conversaciones con los narcotraficantes y por iniciativa de HENRY PéREZ, la autodefensa devuelve el campero y la droga incautada a sus propietarios recibiendo en contraprestación una camioneta Toyota, cuatro puertas, de fabricación venezolana...". 
Debería anotarse que Henry Pérez era parte del grupo paramilitar Caruso, en ese tiempo también conocido como Autodefensas de Magdalena Medio, como también lo eran los Castaño. De hecho, Castaño llama a Henry Pérez uno de los "padres" de los paramilitares, junto a su hermano Fidel (mencionado en ese documento de la DAS), y al mayor Alejandro Alvarez Henao del previamente citado Batallón Bombona, quien había presentado a los hermanos con su primer escuadrón de la muerte. A partir de este punto, estos paramilitares se extendieron, protegiendo operaciones del cártel de Medellín y otros, inclusive la competencia de ese cártel en Calí.
La DEA también estaba observando: sus agentes habían notado una conexión entre paramilitares y narcotráfico al menos tan tempranamente como en 1993: "Inteligencia indica que algunos de los grupos privados paramilitares de Colombia ha sido coptados por las organizaciones de tráfico de cocaína. A través de los ochenta, las Autodefensas de Magdalena Medio, uno de los grupos más importantes, tenía vínculos cercanos con el cártel de Medellín.
Un año después, en otro informe, la DEA observó la relación entre los insurgentes de izquierda y el comercio de drogas, estableciendo adecuadamente: "Pese a que las fuerzas de seguridad colombianas frecuentemente afirman que las unidades de las FARC están involucradas directamente en operaciones de narcotráfico, el involucramiento independiente de insurgentes en la producción local de drogas de Colombia, su transporte y su distribución, es limitado... 
Ninguna evidencia creíble indica que las direcciones nacionales de las FARC o el ELN, como un asunto de política, hayan comprometido a sus organizaciones en producción o distribución independiente de drogas. Más aún, se sabe que ni las FARC ni el ELN han estado involucrados en transporte, distribución o mercadeo de drogas ilícitas en los Estados Unidos o Europa". 
En otras palabras, los insurgentes de izquierda "taxaron" la producción de coca o la transportación de sus derivados a través de sus zonas de control, pero no se involucraron en el procesamiento, embarque o mercadeo de cocaína -al contrario de los paramilitares que manejaban y manejan aún fábricas de procesamiento y estaban y están activamente involucrados en los embarques fuera del país. Hay algunos indicativos no probados de mayor involucramiento insurgente en el comercio desde el momento de ese informe.
Los líderes paramilitares también establecieron escuelas de entrenamiento clandestino en Colombia o "Escuelas de sicarios", como eran llamadas en el anteriormente citado informe secreto de la DAS de 1989. La primera de esas escuelas que fue descubierta se llamaba "El Tecal", y entrenó a las primeras fuerzas paramilitares, y como se extendieron profundamente en el interior del país y recibieron más grandes financiamientos del comercio de drogas, formaron escuelas en otras zonas. 
Por ejemplo "Cero Uno' ubicada en el kilómetro 9 de la vía Puerto Boyocá-Zambito," y "El Cincuenta" [llamada "La Cincuenta" en el libro de Castaño], ubicada sobre la vía El Delirio - Arizá (Santander)". 
Había también "escuelas satélites" con nombres como "Galaxias", como reminiscencias de celdas y burdeles. De acuerdo al informe de la DAS, "De dichas escuelas egresó personal para incorporar a la estructura 'paramilitar-narcotraficante', en aras de cumplir cuatro tareas específicas:
Proteger a la comunidad y a las propiedades del narcotráfico del asedio de la guerrilla y de grupos rivales. 
Velar por la protección personal de cabecillas del cartel y de la autodefensa, asimilando la función de "escoltas".


Producir cocaína en los laboratorios de la organización...
Atentar contra miembros de la Unión Patriótica [un partido político legal de izquierda ligado a las FARC que fue el único en el continente diezmado por los asesinatos políticos] y contra representantes del Gobierno u otros partidos políticos que se opongan al narcotráfico".
Para calificar como candidato para ser entrenado en estas "escuelas para asesinos" uno tenía que ser entrevistado por el narco Henry Pérez y sus compinches, todos amigos de los hermanos Castaño. Los estudiantes eran seleccionados "bajo recomendación expresa de algún ganadero, agricultor o traficante vinculado a la región", con preguntas como "¿Que ideología tiene? ¿Es capaz de matar al papá, mamá o hermano, si comprueba que éstos son guerrilleros?". 
Se decía a los candidatos que la guerra podría durar por siempre y que el único enemigo era el comunismo. Y que "verificada la información suministrada por el aspirante y evaluada su confiabilidad, se produce incorporación a un programa de adiestramiento básico, previo un examen médico. Durante la primera etapa de entrenamiento selecciona a quienes resulten más aptos para los aparatos de finanzas (producción de droga) y seguridad (escoltas copatrulleros)". El curso de capacitación incluyó: 
"a.) Técnicas de camuflaje, 
b.) Manejo de armas y Polígono, 
c.) Explosivos, 
d.) Defensa personal, 
e.) Preservación de la identidad, 
f.) Escoltas, 
g.) Inteligencia, 
h.) Contrainteligencia, 
i.) Comunicaciones, 
j.) Primeros auxilios".
Pero aparentemente este entrenamiento de colombianos no era suficiente, y en 1987 pidieron ayuda a los israelíes, probablemente a través de los intermediarios del ejército colombiano. En los grandes medios los 16 entrenadores israelíes y algunos británicos fueron presentados como "mercenarios", tal vez debido a los prejuicios de los agentes de la DAS, que escribieron un reporte sobre ellos. 
Los entrenadores militares extranjeros estaban de lejos muy bien conectados para ser "mercenarios" ordinarios -actuaban claramente con aprobación del gobierno, más definitivamente el de Israel, y probablemente de alguna institución de EU también- como veremos más adelante. 
Castaño, quien asistió a esos cursos, dijo que miembros del ejército colombiano los habían de hecho acordado, y tenían entrenamiento de parte del famoso oficial israelí Yair Klein.
De nuevo, fue el aliado de Castaño Henry Pérez quien escogió a los candidatos -junto al señor del narco Gonzalo Rodríguez Gacha. De acuerdo a su libro, Carlos Castaño fue parte de esos cursos y su organización se ocupó de 5 de los 50 estudiantes. De acuerdo con el documento de la DAS:
"Un grupo de cinco (5) israelitas adelantó el curso denominado 'PABLO EMILIO GUARIN VERA' en el centro de formación 'El Cincuenta' de Puerto Boyocá".
"Los instructores permanecieron en el área por el término de 45 días luego de haber ingresado al país por Cartegena (Bolívar). Inicialmente se hospedaron en la Residencia El Rosario de Puerto Boyacá y luego lo hicieron en una casa campestre de la organización ubicada en la Isla de la Fantasía sobre la Cienaga de Palagua".
Otros treinta estudiantes fueron premiados por lo que los mejores estudiantes pudieron ir a entrenarse más en Israel, como había hecho Castaño: "De acuerdo a lo manifestado por estos instructores, se tenía proyectado enviar a los mejores 30 alumnos de la escuela a un curso especial que se impartiría en Israel". Treinta paramilitares enviados a Israel deberían claramente recibir la autorización de las Fuerzas de Defensa de ese país -el gobierno israelí. Es difícil imaginar otra cosa de un país continuamente en guerra.
Y había también una conexión con la Contra nicaragüense: "TEDDY, el interprete israelita, manifestó a la fuente que debían acelerar la instrucción y abreviar el curso en razón a un compromiso que tenían en Honduras y Costa Rica para proporcionar entrenamiento a los contras nicaragüenses". 
Cualquiera que piense que éstos eran simples mercenarios "a sueldo" haría bien analizando esta cita. En ese tiempo, sólo con aprobación expresa del gobierno estadounidense -particularmente del Departamento de Estado y la CIA- podía uno entrar a los campamentos contras localizados en Honduras o Costa Rica, más aún para un grupo de hombres armados. Estos israelíes eran evidentemente de confianza en los niveles más altos de los gobiernos de Israel y EU.
Durante este tiempo, e inclusive hasta el presente, el Estado colombiano había demostrado no ser un simple monolito. Aún hoy, pese a toda la influencia estadounidense, se pueden encontrar ministros de gobierno, como el de Medio Ambiente y el Defensor de Derechos Humanos que se negaron a seguir la línea oficial marcada por el Departamento de Estado y filtrada a través de la presidencia o algún otro ministerio. Esto explica por qué parte del Estado colombiano -la justicia y la policía- fue claramente perturbada por los avances paramilitares que en 1990 unidades de la policía allanaron una propiedad de Castaño y exhumaron 24 cuerpos descompuestos, algunos mostrando señales de tortura.
Y hubo otros problemas también: la competencia crecía entre los cárteles de la droga de Medellín y Cali. De acuerdo al reporte de inteligencia de la DEA de 1993, "Para 1990, por razones que no son claras, las Autodefensas del Magdalena Medio y el cártel de Medellín emergieron como acérrimos enemigos". Antiguo aliado, el jefe del cártel de Medellín Pablo Escobar estaba siendo cazado por el Estado colombiano, ayudado por las agencias de inteligencia de EU y por la DEA. 
Los hermanos Castaño, bajo un nuevo nombre de organización, MAS, ayudaron a los colombianos y estadounidenses en la caza de Escobar, que culminó con su muerte. Carlos incluso tenía líneas de comunicación con el escuadrón de la policía que mató a Escobar, ya que conocía a "el hermano del famoso coronel de la Policía Hugo Martínez Poveda, comandante del Bloque de Búsqueda que dio de baja a Pablo Escobar", del tiempo que pasaron ambos en Israel.
Luego de que Escobar salió del escenario, los hermanos Castaño consolidaron y unificaron a los paramilitares bajo el nombre de "Auto-Defensas Unidas de Colombia", mejor conocidas como AUC. Como el reportero Scott Wilson del Washington Post informó:
"De estos escuadrones de la muerte creció la Autodefensa Campesina de Córdoba y Urabá (ACCU), la más vieja y grande de la confederación de la AUC de ejércitos privados a través del país. éste fue el resultado del nuevo liderazgo de Carlos Castaño: transformó una fuerza de protección regional en un movimiento político nacional".
El efecto fue dramático. Los paramilitares crecieron en tamaño, de unos cuantos miles a nueve mil o más, y como la revista Time informó en 2000: "El miedo a la venganza de las AUC es una razón por la que al menos un millón de campesinos abandonó sus hogares durante la década pasada". Como los Contras en Nicaragua, los escuadrones de la muerte guatemaltecos y salvadoreños, los paramilitares eran conocidos por utilizar la violencia extrema para aterrorizar a la población, y en al menos una ocasión las unidades paramilitares usaron motosierras para torturar y matar a sus víctimas.
Pero también hubo pérdidas para los paramilitares. En 1994, el hermano mayor de Carlos, Fidel o "Rambo", como era conocido -entonces líder de los paramilitares- fue, de acuerdo con Carlos, asesinado en un enfrentamiento con las FARC en el norte de Colombia. De cualquier manera, hay dudas de si murió o no en realidad. Hay quienes en el Departamento de Estado creen que podría seguir con vida -y rumores publicados en un artículo reciente dicen que podría estar viviendo en Israel. 
Cualquiera que sea la verdad, Carlos tomó el mando de los paramilitares a partir de ahí, y el movimiento creció aún más, inclusive adquirieron una rudimentaria fuerza aérea, algo que la contra propaganda de la CIA estuvo siempre intentando de achacar a las guerrillas, así podría inducir a la prensa comercial a argumentar en favor de más ayuda militar para apoyar al gobierno colombiano.
Galil: la presencia israelí en América Latina
En Colombia se pueden ver los rifles de asalto negros por doquier. Tanto el ejército apoyado por EU como la Policía Nacional los usan. No son, como podría imaginarse, rifles M16, sino los famosos rifles de asalto israelíes Galil, una imitación de las series rusas Kalashnikov, pero comerciadas en América Latina usando el calibre más pequeño y rápido (y destructivo) .223 -el mismo que el del M16.

El Galil ha sido manufacturado por las industrias militares israelíes desde 1972 y fue considerado un éxito. Pero los mismos israelíes no usan muchos Galil en sus operaciones dentro (y fuera) de Israel, porque obtienen M16 gratuitamente de Estados Unidos.

Pero en América Latina, el Galil es el arma principal de los gobiernos de Guatemala y Colombia. En el caso guatemalteco, los EU no quieren aparecer proveyendo a los militares por su conducción de incontables masacres en el país durante los años ochenta. Así que Israel entró a escena y no sólo proveyó las armas, sino construyó una fábrica de municiones en Cobán, una región montañosa y relativamente pacífica. Mientras los israelíes hacían un buen negocio, no lo fue tanto para los guatemaltecos: la fábrica estaba la mayor parte del tiempo sumida en nubes de húmedas, y la munición producida estaba a menudo humedecida, provocando fallas.

Pero en Colombia, las industrias militares israelíes no tuvieron ni que montar una fábrica de municiones para hacer balas, montaron una fábrica completa de rifles de asalto Galil en Bogotá. De la versión colombiana del arma, sólo el cañón es importado de Israel. ¿Quién paga por esto? ¿Colombia? Piensa de nuevo en ello. Los rifles de asalto son pagados a través de la ayuda militar estadounidense tanto a Israel como a Colombia. De tal forma, es otra forma en que los inconscientes contribuyentes estadounidenses están asegurando el baño de sangre en Colombia.

En realidad, los insurgentes no tenían una fuerza aérea, pero los paramilitares sí y aún la tienen. A fines de los noventa, los paramilitares adquirieron algunos helicópteros, junto con mecánicos para su mantenimiento y entrenamiento de vuelo. Los helicópteros son extremadamente caros para comprar y mantener, pero muy útiles en este tipo de guerra, como pronto averiguaría Carlos. De acuerdo a su autobiografía, salvó la vida durante las navidades de 1998 cuando un gran contingente de las FARC atacó su campamento base en un asaltó sorpresa. Fue el piloto nacido en Sicilia y entrenado por Israel, y comandante paramilitar, Salvatore Mancuso quien lo rescató en un helicóptero paramilitar.

De acuerdo con su propia autobiografía y docenas de notas de prensa, Castaño se ha reunido en secreto a menudo con funcionarios del gobierno. Pero los encuentros del 2000 fueron informados abiertamente. En noviembre 6 de 2000, se reunió con el Ministro del Interior de Colombia Humberto de la Calle, del entonces presidente Andrés Pastrana. Como resultado del encuentro, Castaño liberó a dos de los siete legisladores que sus paramilitares tenían secuestrados. Inclusive, mientras esto se escribe, como veremos luego, Castaño y Mancuso están en negociaciones con el nuevo gobierno colombiano.

Mientras los paramilitares se expandían, continuaron absorbiendo a otras organizaciones similares. Se necesitaban armas y probablemente tenían muchas fuentes para ello, una de las cuales salió a la luz en mayo pasado. No debería ser una sorpresa para el lector que los mayores proveedores fueran los israelíes.

Los traficantes de armas israelíes tienen una larga presencia en la vecina Panamá y especialmente en Guatemala. Mientras algunos de los detalles de este particular negocio han sido impugnados y aún está incompletos, un cosa es clara: por una serie de representaciones, GISRA, una compañía israelí asociada con la IDF y con sede en Guatemala pudo comprar tres mil rifles de asalto AK47 y 2,5 millones de cajas de munición que fueron enviadas a los paramilitares en Colombia a través de un puerto colombiano controlado por una compañía bananera estadounidense. 


Esto debería recordarnos lo que Carlos Castaño dijo acerca de su curso en Israel -cuando "recibimos charlas sobre el negocio del armamento en el mundo, como comprar fusiles". ¿Fue en Israel que también consiguió las conexiones para hacer eso?

Este negocio de armas, como muchos, incluyó muchos niveles de negación y pantallas de humo. Aunque la policía colombiana descubrió el negocio, nadie fue acusado por ello. Los únicos participantes que parecían saber lo que estaba pasando eran los israelíes y los paramilitares. La policía nicaragüense que vendió las armas pensó que estaban comerciando con ellas por mini Uzis y pistolas Jerichó, aunque la OEA, liderada por el ex presidente colombiano César Gaviria, culpó a los nicaragüenses en su informe. 

El Departamento de Estado, que había recientemente puesto a los paramilitares colombianos en la lista de "terroristas", afirmó a través del vocero Wes Carrington que el departamento tenía la impresión de que ¡los rifles de asalto automáticos iban a coleccionistas en Estados Unidos!

La conexión entre Castaño y el Presidente Uribe
El Presidente de Colombia álvaro Uribe Vélez, como Castaño, también perdió a su narcotraficante padre por causa de las FARC, pero en el caso de Uribe, el padre murió peleando en su finca atacada por los insurgentes. Y hay otras similitudes también: como Castaño, la familia Uribe ha tenido nexos cercanos con el comercio de cocaína, inclusive rentando un helicóptero para el negocio. De hecho, el padre de Uribe fue acusado en una ocasión por su papel en el notorio caso del laboratorio de procesamiento de cocaína de "Tranquilandia", luego de su descubrimiento en una operación combinada de la DEA y la policía colombiana.

De 1980 a 1982, Uribe fue cabeza de la aviación civil en Colombia (Aerocivil) y controló todas las licencias de aviación en todo el país en el tiempo en que los aviones pequeños hacían la mayoría del tráfico de drogas. Cuando Uribe era gobernador del departamento de Antioquia en la mitad de los noventa, ayudó a crear una fuerza paramilitar llamada Convivir, en la que se rumora que estuvo el jefe paramilitar Salvatore Mancuso.

Legitimando a los paramilitares
Durante las últimas elecciones presidenciales colombianas, un Uribe "limpio" fue llevado al poder y aplaudido por el Departamento de Estado. Muchos de los planes de su gobierno están basados en un estudio de la Corporación Rand

Tanto el estudio de la Rand como los planes de Uribe incluyen la creación de una gran fuerza civil de defensa e información para el gobierno que sería mantenida por el Estado colombiano. El reporte de la Rand, como todas las cosas estilo Plan Colombia, fueron escritas primero en Estados Unidos. 

Fundamenta una nueva estructura de contrainsurgencia de defensa civil colombiana en el sistema Ronda de Perú o el viejo sistema guatemalteco PAC -en el que los "civiles" deben servir como combatientes contrainsurgentes bajo supervisión del ejército

Tanto en Perú como en Guatemala fueron ellos los principales responsables de reducir el tamaño de las guerrillas pero a costo extremo: cometiendo una enormidad de abusos a los derechos humanos. 

Cuando esta idea fue por primera vez expuesta en el reporte confidencial de la Rand en junio 13 de 2001, cuyos autores son Angel Rabasa y Peter Chalk, Rabasa indicó que las estructuras paramilitares actuales podrían disolverse y volver a reclutarse en las nuevas fuerzas de defensa "civil", pero ahora bajo control directo del ejército.

La acusación contra Castaño y Mancuso
Para asegurarse la aceptación de los líderes de las AUC del plan de reestructuración, y mantener a los liberales en el Congreso de Estados Unidos dentro del Plan Colombia fingiendo perseguir a los paramilitares, el Fiscal General de EU John Ashcroft anunció en septiembre 24 de 2002 que Carlos Castaño, Salvatore Mancuso y Juan Carlos Sierra estaban bajo acusación por parte del gobierno estadounidense por arreglar el transporte de unas 17 toneladas de cocaína a los Estados Unidos y Europa en 1997. No que el tráfico de cocaína por parte de los paramilitares fuera en realidad noticia para los Estados Unidos -según documentos de EU de 1993 confirmaron esta afirmación.

¿Pero los colombianos arrestaron a los líderes de las AUC? Después de todo, el gobierno colombiano recibe millones de dólares en ayuda estadounidense y en muchos casos trabaja conjuntamente con Estados Unidos. En vez de arrestar a Castaño y compañía, en noviembre 24 de 2002, las noticias de Colombia revelaron que el gobierno colombiano apoyado por EU ¡estaba envuelto ahora en negociaciones directas a gran escala con ellos!

Castaño y Mancuso también hicieron algo por el gobierno colombiano: anunciaron un "cese al fuego" con el ejército -una fuerza con la que los paramilitares pelearon conjuntamente y de lo que sólo salieron puyas cuando hubo alguna disputa local entre ambos sobre el control de algún tipo de empresa criminal. Pero este "cese al fuego" tuvo buena propaganda en las ciudades de Colombia y, más importante, en el Congreso de Estados Unidos.

Como se establece ahora mientras se escribe este reportaje, si Uribe y la embajada de EU siguen su camino, los paramilitares de las AUC estarán desmovilizados como las AUC per se y se transformarán en entidades legales del Estado colombiano como "soldados campesinos", entrenados por el ejército, pero viviendo en pueblos y no en bases militares. Así, los hombres de Castaño serán re entrenados y legitimados, y continuarán con la guerra contrainsurgente bajo el eje del ejército colombiano con asistencia directa de los Estados Unidos, lavando sus manos ensangrentadas en el Departamento de Estado.

En ese punto, los israelíes no serán ya necesarios en Colombia, aunque mantendrán vivo su negocio de rifles Galil ahí (ver recuadro). E inclusive, preferirían que su presencia sea olvidada, como no pueden existir dudas de que los intereses israelíes comparten alguna culpa por los muchos años de continuo baño de sangre en Colombia, que ha matado hasta a veinte personas por día -el 70 por ciento o más atribuidas a los paramilitares-, totalizando decenas de miles a lo largo de una década, la mayoría de los cuales son asesinados por simplemente ser sospechosos de simpatizar con la insurgencia, no por ser combatientes. 


Desafortunadamente, en otros nuevos sitios alrededor del mundo, podemos esperar que el entrenamiento de paramilitares de derecha continúe, mientras el Estado israelí y sus agentes continúan llenos de regocijo tomando operaciones que son juzgadas como desagradables por sus contrapartes estadounidenses.
18 de abril de 2002

* Jeremy Bigwood es periodista, vive en Washignton DC y tiene vasta experiencia informando desde América Latina. Es el principal experto en Estados Unidos para utilizar el Acta de Libertad de Información para liberar documentos censurados por ese gobierno. Fotógrafo de guerra veterano, es profesor de la Escuela de Narco News de Periodismo Auténtico y durante la sesión de febrero pasado fungió como editor de fotografía de Narco News.

Imágenes Lacoste y Areito unas imágenes para que sean usadas por todos los blogs, páginas, periódicos impresos, exposiciones itinerantes... 

EL NUEVO PRESIDENTE DE COLOMBIA SORPRENDE: JUAN MANUEL SANTOS, DE HALCÓN A PALOMA


Autor  :Hernando Calvo Ospina

Medio  : LE MONDE diplomatique
Fuente : Ver referencias bibliográficas al final
EnlaceS


1)                        :
http://www.monde-diplomatique.es/?url=articulo/0000856412872168186811102294251000/?articulo=cb478856-eb98-484e-8fd9-2da84abd9193

2)
http://chavelaatravesdelespejo.blogspot.com/2011/03/el-nuevo-presidente-de-colombia.html

Título                      : Juan Manuel Santos, de halcón a paloma
Fecha de publicación : VIERNES 11 DE MARZO DE 2011
Materia                   : Colombia, Derechos Humanos
Colección / Serie       :
Zona geográfica        : Colombia
Fecha de los hechos  : 2011

Entidades y personas mencionadas: JUAN MANUEL SANTOS


EL NUEVO PRESIDENTE DE COLOMBIA SORPRENDE: 
JUAN MANUEL SANTOS, DE HALCÓN A PALOMA



Sorprendentemente, desde que, el 7 de agosto de 2010, Juan Manuel Santos asumió la presidencia de Colombia pasó de halcón a paloma. El gesto más inesperado fue tratar de "mi mejor amigo" a Hugo Chávez, presidente de Venezuela, cuando se reunió con él tres días después de su toma de posesión, reactivando las relaciones diplomáticas con Caracas. Con Ecuador también restableció en tiempo record las relaciones.  Por otra parte, este hombre venido de la derecha afirma ahora que la "prosperidad social" es el principal objetivo de su mandato. ¿Cómo explicar cambios tan espectaculares?.

Desde el 7 de agosto de 2010, Juan Manuel Santos es el presidente de Colombia. Pertenece a la oligarquía tradicional. Su familia construyó poder gracias al diario de Bogotá EL TIEMPO, "hasta manejar los medios de comunicación a su antojo, siempre al servicio del poder", según Alirio Uribe Muñoz, abogado defensor de derechos humanos. Graduado como suboficial en la Academia Naval, y economista formado en universidades de Estados Unidos y Reino Unido, llegó a ocupar los ministerios de Comercio Exterior y de Hacienda. En 2004, abandona el Partido Liberal, y pasa a apoyar el gobierno de extrema derecha del Presidente Álvaro Uribe. Al año siguiente, es nombrado jefe de la campaña reeleccionista de Uribe y del vicepresidente, su primo Francisco Santos. En julio de 2006, es nombrado ministro de Defensa, cargo que ocupará hasta mayo de 2009, cuando decide lanzarse como candidato a la presidencia de Colombia.

Ser presidente se convirtió, para Santos, en una obsesión desde el momento en que la Corte Constitucional se opuso a que Uribe compitiese por un tercer mandato. Además de sus ansias de poder, debía blindarse contra eventuales demandas penales por crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población civil por las fuerzas armadas y de seguridad bajo su mando. 


Para conseguir su fin, no tuvo escrúpulos -según el abogado Alirio Uribe Muñoz- en utilizar la influencia de las "huestes uribistas", principalmente paramilitares, jefes narcotraficantes y los 130 parlamentarios procesados por diversos delitos.

El abogado nos hace este cuadro: "El ex presidente Uribe representa el mundo agrario y terrateniente enriquecido con el despojo, rudo y violento, mezclado a las clases emergentes del narcotráfico y crímenes del paramilitarismo. En cambio, Santos es el hombre urbano, culto y cosmopolita por excelencia. Aunque, junto con su familia, se ha aprovechado del Estado para favorecer sus negocios y su enriquecimiento personal. Como exponentes de la oligarquía, no  han dudado en propiciar y utilizar los métodos violentos para mantener sus privilegios".

En noviembre de 2005, el ministerio de defensa aprobó una directiva secreta que ponía precio a la cabeza de los guerrilleros. Los militares se dedicaron a asesinar civiles, haciéndolos pasar por "rebeldes caídos en combate" que llamaron "falsos positivos".


La Fiscalía General investiga unos tres mil casos, entre los que se encuentran adolescentes, retrasados mentales, indigentes, drogadictos.... 


Cuando Santos llegó al ministerio, en julio de 2006, se registraron 274 casos de "falsos positivos". Al año siguiente, se subió al tope: 505 asesinados... Ante el escándalo mediático y los informes del Alto Comisionado de la ONU, la práctica se detuvo: en 2009, siete casos... 27 oficiales fueron pasados a retiro, incluidos tres generales, pero... sin atribuirles los asesinatos. La ONU expresó, en julio de 2009, que "la impunidad en relación con ejecuciones extrajudiciales llega hasta el 98,5%".

Los paramilitares han sido los encargados de la estrategia de "tierra arrasada" que busca vaciar el campo de población no proclive al gobierno. 


Existen más de 4 millones de campesinos desplazados, o sea más del 10% de la población. 


Unos 10 millones de hectáreas de alto interés económico han sido así robadas a las víctimas, y ofertadas a multinacionales, nuevos gamonales paramilitares, caciques políticos y mandos militares (1).  Ahora, el presidente Juan Manuel Santos ha presentado una "Ley de Tierras" como la panacea, con la cual se pretende devolver los campos a los desplazados. Al cumplir cien días de mandato expresó: "Nos propusimos un plan de choque para titular, hasta abril de 2011, 378.000 hectáreas, y ya hemos cumplido tres cuartas partes de la meta". Pero son 10 millones de hectáreas...

Aunque poco se menciona, se estima que 250.000 personas han sido "desaparecidas" por las fuerzas de seguridad y sus paramilitares. Tan sólo en los últimos cuatro años lo fueron casi 40.000 personas (2). Algunas de ellas fueron enterradas en la mayor fosa común de Latinoamérica, hallada detrás de un cuartel del Ejército a 200 kilómetros al sur de Bogotá: más de 2.000 cadáveres... (3).

Ahora, a los paramilitares se les llama "bandas criminales", Bacrim.


Cifras oficiales señalan que éstas operan en 21 de los 32 departamentos colombianos, o sea en el 75% del territorio, y son dirigidas, en su mayoría, por asesinos amnistiados de sus crímenes durante el mandato del presidente Uribe. 

"En las primeras semanas del Gobierno del presidente Santos, la actividad de las bandas criminales se ha recrudecido (...) avanzan en el control territorial y político al mejor estilo de las viejas estructuras paramilitares" (4)

El nuevo Gobierno insiste en que esos crímenes están relacionados con el negocio de las drogas, pero "la realidad muestra que atentan contra líderes sociales"(5). 

El partido opositor Polo Democrático Alternativo, denunció el 9 de noviembre de 2010, que en los primeros 90 días del mandato del nuevo presidente, unos cincuenta líderes políticos y sociales habían sido asesinados... Ante esta violencia estatal, cuatro Relatores Especiales de la ONU examinaron la situación de los derechos humanos. En sus informes, el ministerio de Defensa estuvo siempre en primera línea de responsbilidad.

Hay que subrayar también la estrecha relación de Santos con las autoridades de Israel y sus servicios de seguridad. El ex general Israel Ziv fue llevado a Colombia por Santos -que viajó en repetidas ocasiones a ese país de Oriente Próximo- por la suma de diez millones de dólares para asesorar a los servicios de inteligencia. "Israel Xiv, ex comandante del regimiento de Gaza, es el de más alto rango entre los oficiales israelíes que ocupan tareas relacionadas con el entrenamiento de personal en el gobierno colombiano. 


Los nexos militares entre Israel y Colombia datan del primer lustro de 1980, cuando un contingente de soldados del Batallón Colombia"... uno de los peores violadores de los derechos humanos en el hemisferio occidental, recibieron entrenamiento en el desierto del Sinaí por algunos de los peores violadores de los derechos humanos en Oriente Próximo", según el investigador estadounidense Jeremy Bigwood" (6).

En octubre de 1997, Manuel Santos ya había demostrado su falta de escrúpulos. Se reunió con los tres principales cabecillas paramilitares, para proponerles participar en un golpe de Estado contra el presidente liberal Ernesto Samper (propuesta que también hizo a las guerrillas FARC y ELN). 


Uno de ellos, Salvatore Mancuso, lo ratificó hace poco ante jueces estadounidenses y colombianos, desde una prisión en Estados Unidos (7) adonde fue extraditado, en mayo de 2008, junto con otros 14 líderes, por tráfico de drogas, actividad que financia el paramilitarismo (8). Allá fueron enviados aunque sus crímenes eran de lesa humanidad, y esto prima sobre otros delitos. De ese modo, se evitó que los colombianos supieran de primera mano la responsabilidad del Estado con el paramilitarismo.

En septiembre de 2008, el periodista venezolano Jósé Vicente Rangel dijo de Santos: "Es el hombre del Pentágono en la política colombiana. Ha venido cobrando fuerza a la sombra de Uribe, y hoy es posible decir que rebasa al propio Uribe" (9).

Fue un seguidor de la línea dura del ex presidente estadounidense George W. Bush sobre la "guerra preventiva" contra otras naciones, alegando legítima defensa. Esto le llevó a realizar la incursión militar contra Ecuador, donde murió un ciudadano ecuatoriano, por lo cual un juez de Quito dictó orden de captura internacional contra Juan Manuel Santos con fines de extradición. Decisión revocada el 30 de agosto de 2010. En abril del 2010, siendo candidato a la presidencia, declaró que estaba "orgulloso" de esa incursión. El Presidente de Ecuador, Rafael Correa replicó: Santos "no ha entendido que, en América Latina, ya no hay lugar para aspirantes a emperadorcitos". 


Hugo Chávez alertó: cualquier agresión contra Ecuador, Bolivia, Cuba o Nicaragua, "será un ataque contra Venezuela". Por su parte el presidente boliviano, Evo Morales, tildó a Bogotá de "sirviente y obediente al gobierno de Estados Unidos".

Lo que puso en tensión a la región fue el acuerdo con Washington, firmado en octubre del 2009, donde Colombia le permitía la utilización de siete bases militares. 


Pero a diez días de iniciado el mandato de Santos, la Corte Constitucional lo declaró "inexequible" (que no se puede llevar a efecto). Duro golpe para el presidente. Consuelo Ahumada, profesora universitaria en Bogotá, basándose en los documentos divulgados en WiliLeaks, escribió: "Resulta muy comprometedor el papel del entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos, quien mantuvo siempre la posición más dura, en respaldo a Uribe, frente a una más conciliadora y diplomática, planteada por el canciller. 


Santos y Uribe, apoyados por Washington, estaban dispuestos a incursionar de nuevo en los países vecinos para actuar en contra de las FARC (...). No eran infundados los temores de los gobernantes suramericanos sobre el alcance regional del acuerdo con Estados Unidos (10).

Pero, sorpresivamente, con la presidencia en la mano, Santos pasó de halcón a paloma. Su acto más inaudito fue tratar de "mi mejor amigo" al presidente Chávez, y reactivar en tiempo record las relaciones con Venezuela y Ecuador. Según Sergio Rodríguez, catedrático venezolano: "La ruptura con Ecuador y Venezuela le había significado a Colombia la pérdida de unos 7.000 millones de dólares en 2009. Y Santos forma parte de esa oligarquía reaccionaria pero pragmática, con poderosos intereses corporativos a defender".

Paralelamente, Santos sigue fortaleciendo los lazos con Washington. El 30 de enero pasado, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, viajó a Washington con el objetivo de "profundizar la relación en materia de defensa y seguridad con Estados Unidos". Fue recibido por su homólogo Robert Gates, así como por el jefe del Comando Sur, el subsecretario para Asuntos de Seguridad de las Américas y el director adjunto de la CIA.


Fuerzas de contrainsurgencia colombianas participarán en la guerra de Afganistán. Los gastos serán asumidos por Estados Unidos y España. 


Los comandos estarán integrados en batallones españoles y, sin que Colombia sea un miembro de esa alianza, estarán bajo bandera de la OTAN.

El mismo día que el ministro Rivera llegaba a Estados Unidos, Colombia ingresaba en el Consejo de Seguridad de la ONU por dos años. La candidatura de Bogotá había sido impulsada por Washington y París. Por eso no fue casual que, el 24 de enero, el presidente colombiano llegara a Francia, invitado por el presidente Nicolás Sarkozy. 


Juan Manuel Santos aprovechó para dedicarse a vender los recursos naturales de su país y también los de América Latina, porque "tiene lo que, en este momento, el mundo está pidiendo": petróleo, por ejemplo. Su periódico EL TIEMPO, tituló para la ocasión: "Santos dio esta semana un nuevo paso para convertirse en el líder latinoamericano que quiere ser".




(4) Radio Nederland, Amsterdam, 26 de agosto de 2010.

(5) El País, Madrid, 30 de enero de 2011

(6) José Steinsleger, "Israel en Colombia", La Jornada, México, 12 de marzo de 2008

(7) El Espectador, Bogotá, 21 de abril de 2010

(8) Hernando Calvo Ospina, "Colombia, laboratorio de embrujos. Democracia y terrorismo de Estado", Akal, Madrid, 2008.

(9) VTV, Caracas, 17 de octubre de 2008

(10) El tiempo, Bogotá, 12 de enero de 2011


* Hernando Calvo Ospina, Periodista colombiano. 
Autor de "El Equipo de choque de la CIA", 
El Viejo Topo. 
Barcelona 2010


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Nota adicional sobre el investigador estadounidense Jeremy Bigwood


http://www.redaccionpopular.com/articulo/israel-y-los-paramilitares-colombianos


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