Fuera mercenarios de Colombia.

jueves, 27 de enero de 2011

wikipedia: Empresas militares privadas / ¿Mercenarios?


Autor                   :
Medio                   : http://es.wikipedia.org
Título                   : Empresas militares privadas

Fecha de publicación:
Materia                : Colombia, Derechos Humanos

Empresas militares privadas

Las empresas militares privadas son compañías que ofrecen logística, mano de obra y otros servicios para fuerzas militares. Sus contratistas son civiles autorizados para acompañar a las tropas en el teatro de operaciones.
Se puede argumentar que las fuerzas paramilitares bajo control privado son funcionalmente mercenarios, en lugar de guardias de seguridad o asesores. Sin embargo, los gobiernos nacionales se reservan el derecho de regular el número, naturaleza de su función y armamento de semejantes fuerzas privadas, aduciendo que no se encuentran empleadas en el frente de batalla en favor de las actividades militares, por lo que no se pueden considerar mercenarios.
Si los empleados de este tipo de empresas se involucran en las actividades militares de forma activa, normalmente se les puede considerar mercenarios, y sus empresas empleadoras pueden llamarse compañías de mercenarios. Tres de estas compañías, que los medios de comunicación consideraron compañías mercenarias en los años 1990 son:
En 2004, esta industria de los mercenarios obtuvo un considerable impulso debido sobre todo al empleo de compañías privadas militares por parte de los Estados Unidos y otros miembros de la coalición para trabajos de seguridad en Iraq. En marzo de 2004, cuatro empleados de la empresa estadounidense «PMC Blackwater» que vigilaban un almacén de suministros de alimentos fueron atacados y asesinados enFaluya. En unos incidentes cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, los asesinatos y el subsiguiente descuartizamiento de los cuerpos se convirtieron en el principal argumento usado por el gobierno estadounidense para llevar a cabo la batalla de Faluya que tuvo lugar poco más tarde y que se saldó con cientos de muertos.
Las compañías militares privadas suelen ser vistas con desagrado por las Naciones Unidas (aunque a pesar de ello, la misma ONU ha usado de sus servicios para dar apoyo logístico en África).
En un informe sobre las PMC (private military companies) efectuado por el ministerio de asuntos exteriores británico y publicado en febrero de 2002, este ministerio hace notar que la demanda de servicios militares por parte de la ONU y de organizaciones internacionales podría significar que el empleo de semejantes empresas es más barato que el uso de tropas regulares por parte de los países miembros. En todo caso y a día de hoy, tras considerar el uso de empresas privadas militares como apoyo de las operaciones de Naciones Unidas, el ex secretario general, Kofi Annan, tomó la decisión de prescindir de éstas.

Mercenarios en Colombia: ¿Por qué este blog?


Autor                    : Ricardo Ferrer Espinosa
Medio                    : Blogspot.com
Fuente / Enlace       : http://www.localcambalache.org
Título                     : Mercenarios en Colombia
Fecha de publicación:
Materia                   : Colombia, Derechos Humanos
Colección / Serie     :
Zona geográfica      : Colombia, Antioquia, Chocó, Vigía del Fuerte, Murindó. 
Fecha de los hechos : Mayo y Junio de 1997.

El ejército de Colombia y sus escuadrones de la muerte se toman Murindó y Vigía del Fuerte. 22 civiles murieron el 22 de mayo de 1997. Otros cuerpos humanos siguen en fosas comunes o fueron arrastrados por las aguas del río Atrato. Casi todas las autoridades tuvieron complicidad con los asesinos de la población civil indefensa. //


La ONU alerta sobre "mercenarios" latinoamericanos / 4 de Febrero de 2007



Autor                        : ONU / Lopes, Gilberto
Medio                        : Red Solidaria por los Derechos Humanos (canal)
Fuente / Enlace          : http://www.redh.org/
Título:                       : La ONU alerta sobre "mercenarios" latinoamericanos
Fecha de publicación   : 4 de Febrero de 2007
Materia                      : Colombia, Derechos Humanos
Colección / Serie        :
Otros datos                : Zona geográfica / Fecha de los hechos. 

La ONU alerta sobre "mercenarios" latinoamericanos

Entradilla:
La privatización de las guerras, su impacto sobre los derechos humanos y el uso de latinos para ese fin es un tema que crecientemente preocupa a Naciones Unidas.

Introducción/Descripción:

Se trata de ver cómo esta actividad está afectando los derechos humanos en diversas partes del mundo", le dijo a BBC Mundo desde Tegucigalpa, Honduras, Amanda Benavides, presidenta del grupo de trabajo de la ONU sobre el uso de mercenarios y violación de los derechos humanos.


El grupo visitó Honduras entre el 21 y el 25 de agosto, para investigar qué había pasado con unos 200 hondureños y 100 chilenos entrenados en ese país el año pasado y enviados después a Irak como guardias de seguridad.



Dos de esos guardias -Jorge Evelio Carrillo y Víctor Manuel Chávez-, de regreso a Tegucigalpa, denunciaron que habían sido obligados a desempeñarse como un militar más en combate, además de que la empresa que los contrató no cumplió con lo estipulado en los contratos.


Uno de los que regresó, Carrillo, declaró al diario hondureño El Heraldo que "nosotros salimos de aquí como guardias de seguridad, pero ya una vez cayendo al aeropuerto en Irak fuimos separados por una lista que tenía la empresa (...) donde mi persona y Chávez fuimos elegidos para un curso de ametralladora. Ya no éramos guardias, sino un americano más en combate". (Lea entrevista: Latinos, el trabajo basura:


Para Naciones Unidas, parte del problema deriva de esta confusión en la definición de funciones. Nadie los acusa de haber violado derechos humanos en el extranjero pero la Organización investiga que este tipo de actividad lleve a eso.

Condiciones duras.

"Estas empresas surgieron hace más de un año en Honduras, hicieron una campaña por medios de comunicación, ofreciendo a los jóvenes una alternativa al desempleo, para ir a servir como guardias de seguridad privada en Irak", le dijo a BBC Mundo la diputada hondureña Silvia Ayala, del partido Unificación Democrática.

"Esto generó, por parte de mi partido y de organizaciones de derechos humanos hondureñas una fuerte preocupación porque las condiciones en que esas personas se iban a desempeñar en Irak nunca estuvieron claras", añadió. (Lea también: Contratación controvertida: 


No se tiene información precisa sobre si estas empresas locales se abren con capital estadounidense o no.



Las empresas "contratistas" surgieron cuando la presión popular hizo imposible para el gobierno hondureño mantener en Irak el batallón que había enviado.



"Nosotros asumimos que esto era otra forma de enviar este tipo de personal y lo denunciamos como la exportación de mercenarios a la zona de conflicto", dijo Ayala.

El resultado, según la diputada, es que en este momento "tenemos dos compatriotas con serios problemas de salud física y mental".

Y añadió que uno de ellos está recluido en el hospital neuropsiquiátrico, con trastornos mentales por el horror de la guerra en Medio Oriente". (Lea un testimonio personal: Me fascinó trabajar con ellos:


Ruptura del monopolio de la fuerza.

¿Esta nueva clase de "mercenarios" supone un problema en Irak?, le preguntamos a la presidenta del grupo de trabajo de Naciones Unidas.

Ese es un problema de las nuevas formas de guerra, que se presenta tanto en Irak como en otros conflictos, afirmó Benavides.

En esas nuevas formas, el estereotipo del mercenario -un sujeto de cara ruda y preparado para ganar dinero en combate, identificado principalmente con las guerras africanas- ha sido sustituido por empresas que contratan a personas para realizar tareas que no pueden ser calificadas exactamente de "mercenarias".

Lo que ocurre es que ese es un término definido con mucha precisión en una convención sobre la materia, ya antigua, que no prevé la nueva realidad de la guerra moderna.

Se trata ahora de "contratistas", un término ambiguo, que identifica tanto a las empresas que contratan, como el antiguo "mercenario", o individuo que va a la guerra por una paga. (Lea el análisis: Conflictos privados:


Tendencia a privatizar las guerras.

"Esto no hubiera sido posible en un mundo bipolar", afirmó la representante de la ONU. "Es un problema que se ha venido agravando desde el fin de la Guerra Fría, cuando surgió la tendencia a la privatización de los servicios que antes prestaba el Estado".

"Los Estados -no sólo en Irak-, han considerado que es más barato y más efectivo la privatización de servicios militares y de seguridad".

De este modo, según dice Benavides, se rompe "un elemento fundamental que había sido la base de la creación de los estados-nación: el monopolio del uso de la fuerza".

Esa nueva tendencia se revela claramente en Irak. Durante la primera guerra del Golfo, en el gobierno de Bush padre, por cada cien soldados había cinco "contratistas", término utilizado para definir a esos modernos "soldados de fortuna".

Ahora, por cada cien soldados, hay veinte "contratistas", destacó Benavides (Lea también: Seguridad privada, riesgo y ganancia: 


Vacío jurídico.



¿Quién les paga, a quién responden, quiénes son sus jefes?. Estas preguntas no tienen respuesta clara, como comprobó BBC Mundo en su conversación que la presidenta del grupo de trabajo enviado a Honduras.



Muchas veces los pagos lo hacen las empresas matrices en Estados Unidos y la línea de mando es la inmediata. Sin una clara cadena de mando.

De otro lado, la privatización de los servicios de seguridad no viola ningún derecho y el Estado puede decidir hasta donde quiere privatizarlos, explicó Benavides.

El vacío jurídico se puede dar cuando estas personas, que son contratadas por una empresa para ejercer el uso de la fuerza en terceros países, se ven envueltas en actos ilegales cuyo control no es muy claro por parte de los Estados.

Porque las empresas que desarrollan esas nuevas modalidades de "mercenarismo" tienen su base en un Estado y una subsidiaria de esta empresa -radicada a su vez en otro país- contrata a nacionales en uno tercero que actúan bajo la legislación de un cuarto país.

Latinos más baratos.

"En el momento de hacer una reclamación, los ciudadanos se ven ante la realidad de que no hay ante quién reclamar. En esa cadena de subsidiaridad, de delegaciones, no hay a quien pedir cuentas cuando son violados los derechos humanos", destacó.

Lo que ocurre es que también en el tema de la guerra se va imponiendo la "ley del mercado". "La clave es la privatización; se juega con la oferta y la demanda y se paga al que sea más barato", explicó.

La ONU ha establecido cinco grupos de trabajo, por continentes, creados en 2004, que investigan estas nuevas formas de "mercenarismo".

La idea es revisar la definición de mercenario que consta en una ya antigua Convención sobre el tema, para adaptarla a las nuevas formas surgidas, sobre todo, con la privatización de los servicios de seguridad.

Del destino de los soldados de Honduras y de Chile, se sabe que unos volvieron y no se sabe exactamente cuántos siguen en Irak, porque tampoco se sabe exactamente cuantos se fueron (Lea un testimonio personal: Fue una fuerte tentación:



URL:
Publicado en:
Gloobalhoy nº10 - 11 ; Red Solidaria por los Derechos Humanos

Secciones GloobalHoy:
080- Conflictos-paz

miércoles, 26 de enero de 2011

2010 Jun 01 /... juicio a Rito Alejo Del Río



Autor                         : 
Medio                         : http://www.verdadabierta.com 
Fuente / Enlace:          :
Título                          : Lo que está en juego en el juicio a Rito Alejo Del Río
Fecha de publicación    : Martes, 01 de Junio de 2010
Materia                       : Colombia, Derechos Humanos
Colección / Serie         : Parapolítica - Nacional
Otros datos                 : Zona geográfica / Fecha de los hechos.

Lo que está en juego en el juicio a Rito Alejo Del Río 

El juicio al ex comandante de la XVII Brigada de Urabá entre los años 1995 y 1997 podría develar cómo fueron las alianzas tejidas entre las Autodefensas y miembros de la Fuerza Pública para "pacificar" esta región agroindustrial de Antioquia. 

El ex general Rito Alejo Del Río redujo a un complot las acusaciones en su contra por la muerte del campesino Marino López Mena, ocurrida el 24 de febrero de 1997 en el caserío de Bijao, en el Chocó, e indicó que varias organizaciones no gubernamentales se habían orquestado para desprestigiarlo a él y al presidente Álvaro Uribe Vélez.  
El pronunciamiento del ex comandante de la XVII Brigada del Ejército entre los años 1995 y 1997 fue escuchado durante el primer día de audiencia adelantado en el Juzgado Octavo Especializado de Bogotá, donde se le procesa por el crimen de López Mena, perpetrado por combatientes del Frente Arlex Hurtado de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en desarrollo de la Operación Cacarica, que consistía en tomarse el Atrato Medio, para lo cual se coordinaron con el Ejército que, a su vez, ejecutaba la Operación Génesis.
El ex militar aseguró en su defensa que nunca conoció sobre la presencia de grupos paramilitares en Urabá y manifestó que supo de la presencia de esos grupos a nivel nacional, pero nunca información concreta sobre acciones de estos grupos en la zona de Urabá. “Para esa época sabíamos de las Autodefensas de Córdoba… algunos de estos grupos estaban bien encubiertos en las diferentes zonas del país”.  
Rito Alejo Del Río, quien ha sido llamado por diversos sectores sociales y políticos como “el Pacificador de Urabá”, se encuentra detenido desde el 5 de septiembre de 2008 y ha sido señalado de ser presuntamente uno de los apoyos más importantes del paramilitarismo en la región de Urabá desde la comandancia de la Brigada XVII del Ejército entre los años 1995 y 1997, acusación que el ex militar niega reiteradamente.
No obstante, en varias audiencias de versión libre rendidas ante fiscales de la Unidad Nacional de Justicia y Paz, el ex jefe paramilitar Fredy Rendón Herrera, alias ‘el Alemán’, ha insistido en explicar que antes de iniciarse las operaciones Génesis y Cacarica, se reunió personalmente con él en la sede de la Brigada XVII, en Carepa, Antioquia, para coordinar las acciones.


“Rodrigo Doblecero, Elmer Cárdenas, Carlos Correa y yo nos reunimos con el general Rito Alejo Del Río para coordinar la operación Cacarica realizada en febrero de 1997”, ha dicho ‘el Alemán’ en repetidas ocasiones y también ha explicado que fue Mauricio García Fernández, alias ‘Rodrigo Doblecero’, el encargado de coordinar la reunión con el ex militar.
“Yo fui a la brigada desde Necoclí, acompañado de Rodrigo Doblecero. Allí conocí al general Rito Alejo por primera vez. A la brigada nos entró un señor que le decían ‘el flaco’. Después de ese empalme Julio César Arce Graciano, alias ‘Zetace’, fue encargado de las coordinaciones con el General y todos los coroneles”, aclaró Rendón Herrera.
Otro punto en discusión es la participación de los paramilitares en la ejecución de la Operación Génesis, que derivó presuntamente en el homicidio del López Mena y por el cual está siendo procesado este ex oficial. 


Según el General, la operación, ejecutada entre  el 24 y el 27 de febrero de 1997, tuvo como objetivo rescatar a 10 infantes de Marina secuestrados por la guerrilla un mes antes. “La operación nunca contó con la participación de miembros de autodefensa”, señaló Del Río.
Esa versión riñe con lo confesado por los paramilitares a finales del año pasado y en abril de este año. “La operación Génesis la desarrolló el Ejército con nuestra colaboración, pero nosotros desarrollamos nuestra propia operación, que llamamos Cacarica”, indicó Rendón Herrera. En ella participó un comando de 60 hombres de los frentes Chocó, comandando por Elmer Cárdenas, y el Arlex Hurtado, cuyo jefe era el empresario bananero Raúl Hasbún.
De acuerdo con lo dicho por alias ‘el Alemán’ y alias ‘Zetace’, por orden de Carlos Castaño, los jefes del frente Chocó de las ACCU debían disponer de doce de sus hombres para que se integraran a las fuerzas especiales del Ejército que adelantarían la Operación Génesis en un amplio territorio del departamento del Chocó contra el Frente 57 de las Farc.
Según el ex jefe paramilitar, la necesidad de los guías fue expresada durante una reunión realizada entre el entonces Jefe de Inteligencia de la Brigada XVII, coronel Jorge Eliécer Plazas Acevedo, y los paramilitares Carlos Ardila, alias ‘Carlos Correa’, Élmer Cárdenas y él. En ese encuentro, el oficial les explicó detalles de la operación que se realizaría por tierra y aire, con la participación de los batallones Fuerzas Especiales 1 y Contraguerrillas 35, contra facciones de las Farc asentadas en los caños Salaquí, Cacarica y Truandó.
La misión de reclutar los guías le fue encomendada a alias ‘Zetace’, quien seleccionó once  experimentados hombres, varios de ellos ex guerrilleros, se presentó a la sede de la Brigada XVII y se puso a las órdenes del coronel Plazas Acevedo. Todos ellos fueron incluidos en los equipos de militares que fueron transportados en helicóptero hasta la zona del Salaquí el 24 de febrero de 1997. Cuatro días después regresaron a la guarnición militar junto con la tropa.
A su vez, el pasado 29 de abril, el ex paramilitar William Soto, explicó en versión libre ante Justicia y Paz que una vez iniciada la Operación Cacarica, cuya primera fase era llegar a la Loma de Cacarica por vía fluvial, recibió por radio teléfono la orden del comandante Elmer Cárdenas de detenerse en un sitio conocido como Sautatá y esperara apoyo aéreo.
“Al rato pasó un helicóptero y ametralló buena parte de la Loma de Cacarica, donde habían varios guerrilleros de las Farc. Pasaron quince minutos, luego vimos que el helicóptero se devolvió y entonces avanzamos hacia ese lugar”, narró Soto, quien agregó que horas más tarde recibió la orden de pasarse a otra frecuencia radial para que pudiera comunicarse con las tropas de las Fuerzas Especiales 1 y Contraguerrillas 35 para coordinar algunos desplazamientos.
Ante el Juez Octavo Especializado, el ex militar insistió en negar cualquier vínculo con grupos paramilitares que operaron en la región de Urabá, y calificó como “complot” las declaraciones que ex jefes paramilitares han dado en su contra ante la justicia. 
Según este ex oficial, los testimonios de los paramilitares y otros testigos han sido “presionados” desde diversas organizaciones no gubernamentales que buscan salpicarlo a él y al Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, puesto que para la fecha de los hechos, Del Río se desempeñaba como comandante de la Brigada XVII y Uribe Vélez como Gobernador de Antioquia.
Tanto el ex oficial como Uribe Vélez han tenido una larga relación de afectos, cuya expresión más significativa se dio el 29 de abril de 1999 en el Hotel Tequendama de Bogotá en la que participaron cerca de 1.500 personas, cuando se le rindió a Del Río un homenaje en respuesta a su destitución por decisión del entonces presidente Andrés Pastrana. El ex oficial fue llamado a calificar servicios cuando se desempeñaba como comandante de la Brigada XIII de Bogotá, a donde fue trasladado desde el 16 de diciembre de 1997 justamente como premio a sus labores en Urabá.
Durante el homenaje, el entonces ex Gobernador de Antioquia sostuvo que “nadie mejor que el general del Río comprendió que a Urabá había llegado la hora de la paz, el Estado, la Ciudadanía, y a fe que avanzó notablemente”; recordó que al intervenir en la subregión del Urabá como gobernador de Antioquia, “en todas partes estaba presente el acompañamiento discreto y eficaz del General”; y por último lo calificó como “un buen ejemplo para los soldados y policías de Colombia”.
Para el ex General, las declaraciones de los paramilitares también son consecuencia de sus operaciones en el pasado contra el narcotráfico. “Durante mi carrera he combatido todas las expresiones violentas que se han manifestado, sean guerrilleros o paramilitares”, aclaró el ex militar.
“Las declaraciones de los paramilitares están desinformando al país…la presión de las ONG y de los entes investigativos, y tras las negativas de extradición, han llevado a que estas personas empiecen a mencionar nombres… uno ve como les pagaron para que inculparan a gente de bien”, señaló Del Río.
Del Río aseguró que nunca supo sobre la presencia del Bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Urabá. Para el General, ese bloque se conformó hacia diciembre de 1997, fecha en la que murió Elmer Cárdenas, y que coincidió con su salida de la zona. “Sobre ‘El Alemán’ vine a saber que existía muchos después”.
Pero ese argumento no coincide con el expuesto recientemente por alias ‘el Alemán’ ante los fiscales de Justicia y Paz, quien reconoció que entre él y el ex oficial había aprecio mutuo. “Yo le aprendí a apreciar y creo que me apreciaba este señor”.

Según el ex paramilitar, ese aprecio lo llevó a comunicarse a través de un intermediario con el ex general Rito Alejo del Río para decirle que había llegado la hora de decir la verdad y de precisar las relaciones que los paramilitares tuvieron en la región de Urabá con distintos sectores sociales, políticos y militares en el tiempo en el que éste fue comandante de la XVII Brigada.

“Me parece, General, que ya es tiempo de que usted diga la verdad. En un acto de franqueza y de amistad con usted General, le mando decir que ya no hay cómo seguir callando una verdad que es conocida a pedazos”, sostuvo ‘el Alemán’ en el mensaje enviado al ex general a través de un emisario de quien no precisó su nombre por razones de seguridad ni la fecha de la gestión.
De acuerdo con lo relatado por el ex paramilitar, en el mensaje enviado al ex general destacó las bondades de la Ley 975, conocida como de Justicia y Paz, y la calificó de “perfecta”, pero agregó que estaba llegando a un estado en el que se tendrán que decantar las relaciones que tuvieron los grupos paramilitares que operaron en el Urabá antioqueño con funcionarios de la Fuerza Pública, así como con sectores sociales, políticos y empresariales.
En el cruce de mensajes y de acuerdo con lo relatado por alias ‘el Alemán’, al parecer este ex oficial del Ejército le comunicó que seguramente a él también le iba a tocar decir la verdad, a lo que el ex paramilitar reaccionó celebrando la decisión y se mostró esperanzado en que así fuera, “en aras de que el país conozca la verdad”.
Sin embargo, lo dicho por el ex general Rito Alejo Del Río en Bogotá contradice esa versión y, por el contrario, rebate toda relación con los grupos paramilitares. La justicia tendrá la última palabra.